El Cupping o Terapia con Ventosas es una terapia mas antigua de lo que nos podríamos imaginar, de hecho, hay documentos que testifican que ya en las primitivas practicas chamánicas se aplicaban ventosas con el fin de succionar el espíritu causante de la enfermedad.
De los griegos a los romanos, pasando por los Alejandrinos y los bizantinos, la terapia de cupping llegó a los países árabes, donde se consolidó con el nombre de Hijama. En China, el primer escrito de la historia del cupping es del año 280 d.C. si bien, se sabe que su práctica se remonta a más de 3000 años. De hecho, el Cupping es conocido mayoritariamente como una práctica procedente de la Medicina China.
En la antigüedad se utilizaban ventosas de cerámica, de arcilla o de bambú. Hoy en día las más utilizadas son las de cristal y las de plástico.
Las ventosas de plástico vienen con una bomba de succión que permite controlar la cantidad de aire que se extrae de dentro de la ventosa. Otro modelo de ventosas son las de plástico con una pera de goma que extrae el aire.

En las ventosas de cristal el vacío de genera de varias formas, todas ellas con la utilización del fuego. La técnica consiste en consumir el oxígeno que hay dentro de la ventosa e inmediatamente aplicarla sobre la piel antes de que vuelva a entrar más oxígeno. De esta forma se hace el vacío.
Las ventosas se pueden utilizar de varias formas:
En masaje: En este caso, se aplicaría aceite sobre la piel para permitir el deslizamiento de la ventosa. Se realiza un masaje por la zona a tratar para provocar la hiperemia y mover los fluidos. La finalidad de esta técnica es la desintoxicación del organismo de las toxinas que circulan por sangre y linfa. Para esta técnica la ventosa más utilizada es la de pera de goma
Ventosa Intermitente (de cristal): Esta técnica se utiliza solamente en la espalda, y es para hacer incidencia en los pulmones. Se aplica la ventosa, se deja dos o tres segundos y se separa de la piel con un movimiento rápido para aplicarla inmediatamente de nuevo en el siguiente punto, repitiendo el proceso, recorriendo de esta manera toda la zona a tratar. Esta técnica es específica para casos de mucha congestión pulmonar por mucosidades. Ayuda a que se desprenda el exceso de mucosidad y que salga a través de la tos.
Ventosa fija seca: Esta técnica consiste en dejar la ventosa fijada en la piel, en puntos específicos para tratar las zonas reflejas orgánicas del cuerpo a través de sus puntos reflejos en la espalda. También se utiliza en el tratamiento de los denominados puntos gatillo, es decir, puntos de máximo dolor, generados por contracturas y bloqueos estructurales..

Sangrado con ventosa (con ventosa desechable): Cuando hay zonas muy congestionadas e inflamadas en algún punto determinado, se puede extraer un poco de sangre para hacer bajar la tensión de dicha zona. Para ello, se pincha la piel con una lanceta en esa zona y se coloca la ventosa fija. Es el mismo cuerpo el que impulsa hacia fuera la cantidad de sangre que necesita liberar, para que la zona se descongestione y mejore con más rapidez.
Los beneficios de la Terapia de Cupping o Ventosas son:
Equilibrar el organismo
Desintoxicación del acumulo de impurezas
Trabajar contracturas
Es relajante, analgésico y antiinflamatorio
Trabaja a nivel energético
Incide en los puntos reflejos orgánicos
Realiza una acción sobre los sistemas circulatorio, linfático y nervioso
Estimula el metabolismo y las defensas
Fortalece los tendones
Es coadyuvante en tratamientos anticelulíticos
Ayuda a eliminar el exceso de grasa
Útil en tratamientos antiarrugas faciales
Mejora los desórdenes del sistema digestivo
Reduce los síntomas de alergia, fatiga crónica y fibromialgia.
Ayuda a eliminar la retención de líquidos
Fomenta la absorción de edemas