La auriculoterapia es una práctica terapéutica con más de 2000 años de antigüedad. Sin embargo, en occidente, el conocimiento de la auriculoterapia se desarrolló a partir de los años 50, de manos del Dr.Paul Nogier.
La auriculoterapia consiste en estimular los puntos reflejos que hay en la oreja, de forma que mediante la vía refleja que une cada punto de la oreja con su parte del cuerpo correspondiente, se produzca una respuesta en la cual, el organismo utilizará sus propios recursos para recuperar el equilibrio y la salud.
Según los puntos estimulados, la respuesta generada tendrá un efecto tanto a nivel físico, como orgánico, emocional y/o energético.
La estimulación se puede realizar de varias formas: masajeando la zona, pinchando con agujas, colocando semillas, bolitas, chinchetas o por estímulo eléctrico, entre otros.
La identificación de los puntos se realiza mediante un localizador de puntos. Se sabe que un punto está desequilibrado cuando, al contacto con el localizador, se produce un dolor en ese punto o zona.
Puede aplicarse como terapia única o bien acompañando a otras técnicas como el quiromasaje, el drenaje linfático, el masaje y terapia con ventosas, la reflexología, la terapia con flores de Bach, etc.
- Es un tratamiento rápido y eficaz.
- Está ausente de efectos secundarios.
- Sirve como complemento a cualquier otra terapia (MASAJE, NATUROPATIA…).
Además de tratar la enfermedad, la auriculopuntura es un instrumento de diagnóstico, pues cualquier desequilibrio o patología puede manifestarse en el pabellón auricular.
Indicaciones
Adicciones (alcohol, tabaco, trastornos de la alimentación etc.)
Obesidad, dietas de adelgazamiento
Depresión, insomnio, angustia, problemas emocionales
Dolor de cabeza, migrañas
Ciática, parálisis facial
Trastornos ginecológicos, genitourinarios, digestivos, del tracto respiratorio, cardiovasculares etc.
Dolor de cervicales, lumbares, de espalda, de hombro.
Dolores articulares
Trastornos de la visión
Trastornos glandulares
Disfunciones sexuales
Trastornos otorrinolaringólogos, dermatológicos, reumáticos, etc.
Duración del tratamiento:
• Todo dependerá de si estamos usando la Auriculoterapia como única terapia o como complemento. En caso de sólo tratarnos con esta técnica, lo más recomendable es realizar sesiones diarias o cada dos días, por un período de entre 7 y 10 días
• Pasado este tiempo, se da al paciente un descanso de entre 5 y 7 días.
• Al cabo del mismo, el terapeuta valorará si se debe proseguir con el tratamiento.